viernes, 6 de noviembre de 2009

....Capitulo 2....

Recordaba perfectamente la primera noche que fue a visitarla, era la segunda vez que la veía. Le había prometido que lo vería muy pronto y se lo cumpliría. Esa noche la luna brillaba intensamente iluminando todo con un resplandor azulado. El caminaba tranquilo, rumbo a la casa de la chica. Esperaba ver en su mente el momento en que estuviera sola en su habitación y todos estuvieran dormidos, cuando por fin eso paso, llego a su casa. Entro por la ventana del balcón, el encantaba entrar por ahí, siempre causaba el mismo efecto en las personas:
- Como fue que entraste?- aunque
habría que ver la reacción de esa chica.

La
encontró concentrada leyendo un libro bastante grueso, y en su mente podía ver imagenes como las escenas de una película. No hizo ruido al entrar y permanecio unos minutos en silencio, esperando a que ella se percatara de su presencia, hasta que ella dijo:

- Que, no piensas hablar?-

Se
sorprendio de que ella no reaccionara como todas las demás personas, y eso fue algo que le gusto mucho en ella.

- Sabes quien soy? - pregunto
Deimos.

-
Mmm... no. No tengo ni idea, pero dijiste que me lo dirías y creo que a eso has venido o no? -

-
Así es Ayrin, he venido a decirte lo que soy, si es que no temes.

- Temerte? Se ve que eres bastante poderoso y si quisieras dañarme lo pudiste hacer aquella noche.
Así que, pienso que no debo temerte, quizá me equivoque, lo se, pero no te temo.

- Ten cuidado con tus palabras
jovencita, no me conoces, no sabes quien soy, ni lo que puedo hacerte.

- No es mi
intención ofenderte, Deimos, así es como te llamas no? no quiero ofenderte, sino quiero conocerte, saber quien y que es lo que eres. Saber de ti. Sabes? me pareces una criatura fascinante y misteriosa. Seria genial inyectar un poco de aventura a mi vida. Puedo?-

- Esta bien pero no te sorprendas de mis actitudes, no tolero que me critiquen.

-
Mmmm .... no creo que eso sea la podredumbre que ya existe en mi vida - una sombra de tristeza y amargura cruzo por sus ojos cuando decía esto. Volteo a verlo esperando quizá una respuesta compasiva de el.

- Francamente pequeña no me interesan tus problemas, son tuyos, yo ya tengo los mios.

- Bien
enton...- la voz de la chica fue interrumpida por el ruido de un cristal rompiéndose y entonces el cuarto se oscureció por completo. Se escucharon muchos ruidos, cosas que era arrojadas, el choque como de metales, gruñidos, quejas y gritos extraños y de pronto ella sintió un piquete leve en el pecho.

-
Dejala!!!! ella no tiene nada que ver con nuestros problemas BasT!! -
-
Ohh Deimos!!, eres tan dulce. Ya tienes nueva protegida?
-Ese no es tu problema!!!
Dejala en paz!!!!

BasT rodeaba a Ayrin, echándole una mirada amenazadora y de desprecio - Deimos, cuando entenderás que las humanas son todas iguales, mentirosas, traicioneras, falsas. Te empeñas en protegerlas. Pobre de ti Deimos, atado siempre a tus sentimientos mortales.
-
BasT, apartate de ella! ya te dije que ella no tiene nada que ver en nuestros problemas.

Bast se acerco a Deimos, de una forma insinuante y provocadora, acercándose lentamente a el abrazándolo por la espalda... - mi amor, que no entiendes que soy yo la que te conviene, tu y yo somos iguales, el uno para el otro - el, tomándola del brazo la llevo al balcón - querida, necesito alimentarme y ella me parece peculiarmente deliciosa, así que por favor permite que me alimente...- aun no terminaba de hablar cuando, un resplandor de luz azul salio de su mano atravesándola en el corazón.

-
Deimos, sabes que vendré nuevamente.
- Si, lo se, pero al menos te tomara un tiempo encontrarme - la dejo
ahí tirada haciéndose cenizas y entro a la habitación de la chica que se encontraba medio desmayada y la tomo en sus brazos

- Vamos!..despierta mortal, no pareces ser tan
débil - pero ella no reaccionaba, entonces decidió dejarla ahí. Si sobrevivia, entonces le diría que era realmente, se lo debía y no le gustaba sentirse en deuda con nadie, mucho menos con una vulgar mortal. Y ella lo hizo, era por eso que ahora, podía llamarlo cuando deseara.

Y
ahí estaba, a punto de llegar a donde se encontraba ella, ahora una joven de mas edad que sus tiernos 16. Era toda una mujer y sabia quien era el, su amiga, su confidente.

- Que bueno que has venido mi querido
ángel-
- sabes que solo necesitas pensarme y
aquí me tendrás-
- lo se, pero
dime, que ha sido de ti en tanto tiempo, siempre desapareces y apareces en mi vida a tu gusto y antojo-
- puedo hacer lo que yo quiera, bien lo sabes y que no tolero los reproches, tampoco eres ignorante de ello-
-
Deimos, deimos siempre con un carácter tan iracundo. Deberías relajarte sabes, tienes toda una eternidad para enojarte.
-
Ayrin, para que me has llamado?-
- oh! eso, claro al grano- tiro la colilla del cigarrillo y entro a la
habitación - bueno, solo quería verte, saber de ti y...- dudo un momento - pedirte un pequeño favor, aceptarías?-
- de que se trata pequeña?-
- es simple, necesito que me digas que sabes acerca de...
Bast-
- bueno princesa, creo que es hora que te cuente lo que paso aquella noche-

2 comentarios:

  1. Hola Irene, bueno me parece que si, como te lo dije antes tienes mucho talento para eso de la escritura, eres muy buena sigue adelante en ello,te felicito Ramon David Rendon

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